Tan sencillo, tan difícil

Un puñado de buenas canciones. Un disco de rock como ya no se hacen ni donde se inventó. Parece tan sencillo… y sin embargo es tan difícil. ‘The path to follow’ es una agradabilísima sorpresa, por inesperada, por impactante, porque cuesta trabajo imaginar un disco de rock más redondo en el panorama patrio en los últimos años. ¿Descubren la pólvora? Pues probablemente no, pero ni falta que hace. Este trabajo desprende una frescura y un gusto por tocar palos distintos que hace que HOLYWATER se salten con suficiencia todo tipo de etiquetas. Han hecho el cóctel que han querido, seleccionando cuidadosamente cada detalle.

(Veamos los ingredientes: unas gotitas de ‘The Bends’, un chorrito de ‘Binaural’… va a quedar un cóctel delicioso… avancemos más, más.. .rasgos de Vedder por aquí… mmm…. ¿suena Thom Yorke en ‘Questions’?… espera, espera… ¿no ha recordado ese giro de ‘Ruined’ a Brian Molko?)

De repente nos abordan melodías que pueden ser a veces muy dulces pero que no están exentas de fuerza, como en ‘Shame on us’ nos topamos con auténticas joyas como ‘Too many lies’ y su apabullante estribillo esparcidas por ahí, como el que no quiere la cosa.

¿Etiquetas? ¿Para qué? Si resulta que recuperan lo mejor del grunge, si melódicamente están al nivel de Nada Surf, si han escogido la energía de los mejores Pearl Jam y la emoción de los momentos más rockeros de lo que fueron Radiohead… ¿cómo llamamos a eso? ¿tiene eso nombre? Yo no lo sé. Lo que sí sé es que me gusta, y mucho. Releo lo que escribo y me digo… oye, estos pavos… ¿son muy buenos o qué?

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